lunes, 26 de octubre de 2009

RESPONSABILIDAD LOCAL EN LA CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA (Segunda Parte)

Si alguien osa ser candidato con decencia y respetando las normas, de inmediato se le endilga el San Benito de que “si no tiene cuarto y no reparte canonjías y corrompe, no va pa’parte”.

Con esa frase lapidaria concluimos la primera presentación de esta columna. En dicha frase se esconde un mundo de perversiones ocultas. Primero se quiere decir que el quehacer político es para los politiqueros y por tanto, la decencia en las funciones públicas debe irse al carajo. Esto así porque el que reparte asume que está sembrando y luego debe cosechar y al salir electo debe cobrar con creces lo que “invirtió”.

También con esa expresión, el que la sustenta y defiende busca ponerse “donde el capitán lo vea”, pues como se está promocionando al tigueraje (así mal escrito y en dominicano) se espera que le salga algo de la repartición de las canonjías, pues al fin y al cabo es cuarto lo que se busca. Otro criterio sin principio que subyace en la expresión que analizamos es que “con decencia y seriedad no se va al colmado”. Con esto se quiere decir que para comprar alimentos y comer la gente debe prostituirse y convertirse en persona vil y canalla. Con ello los apologistas de la frase hacen una autobiografía de ellos mismos.

De aquí sacamos la conclusión que los defensores de la prostitución moral (los que se venden al mejor postor) son verdaderos desclasados y por lo tanto no son ciudadanos sino parias y miserables y deben ser tratados como tales. Para esta parte, extraemos la frase de Francois Marie Arouet Voltaire que plantea lo siguiente: Los que creen que el dinero lo hace todo, suelen hacer cualquier cosa por dinero.

Volviendo a la responsabilidad local en la construcción de ciudadanía, podemos describir ahora los cuatro tipos de ciudadanos que describe Ramón Tejada Holguín y los mismos son los siguientes:

a) Inmóvil apático: Aquellas personas a las que no les interesa la participación de ningún tipo. Maldicen la política y la culpan de todos los males. Los errores de los gobiernos les justifican su indiferencia. Con su apatía colaboran con la corrupción y la exclusión social.

b) Militante desencantado: personas con formación académica, informadas y con acceso a las tecnologías. Desde sus computadoras esparcen el virus de la indiferencia. Con visión autoritaria y creen que sus ideas son las únicas que valen. Son incapaces de sumar y eso los desalienta. Ayudan al clientelismo y a la corrupción por su inanición.

c) Participacionista clientelar: son personas activas que se movilizan por el beneficio individual e inmediato. Son los del “dame lo mío”. Estos estimulan la desigualdad y la exclusión. Consideran que la política es para élites y para los que tienen cuartos. Es la ciudadanía más generalizada.

Participacionista no clientelar: son personas que entienden que si se mejora todo el entorno, ellos también se benefician. Buscan y luchan por el establecimiento de reglas claras, precisas e iguales para todos. Se juntan con personas que piensan igual que ellos. Este tipo de ciudadanía es crítica, a veces ácida y ve a la sociedad como una construcción colectiva.

d) En la actualidad los principales partidos propugnan y favorecen los tres primeros grupos, pues eso les permite gobernar de espaldas a la población, desviar los recursos para sus bolsillos, mantener las carencias y crear un ejército de pobres como pedigüeños; eso les hace creer que tienen liderazgo.

jueves, 10 de septiembre de 2009

RESPONSABILIDAD LOCAL EN LA CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA (Primera Parte)

Desde los inicios del siglo pasado, los regímenes que se han sucedido en nuestro país han trabajado para evitar la construcción de una ciudadanía real y participativa en los hombres y mujeres que vivimos en esta parte de la geografía caribeña. Primero cabe citar la primera intervención norteamericana que por medio de su poder avasallante y la soldadesca que le servía de soporte, delineó los marcos para adocenar el espíritu aguerrido y bravío de los dominicanos, que hasta ese momento se caracterizaba por ser fiel a la palabra empeñada y no permitir ofensas a sus principios y valores ciudadanos de la época.

Al irse, las tropas de invasión (1924) se aseguran de que queden al frente a las cosas públicas del país los elementos más serviles y genuflexos al poder imperial; a fin de que les garanticen que las expropiaciones y violaciones hechas en el marco de la intervención fueran preservadas por encima de los intereses del pueblo y de la nación dominicana. Se moldeó así un ciudadano servil, semejante a los parias o cipayos.

Poco tiempo después aparece un Trujillo como “Benefactor de la Patria” y quien se encarga, de nuevo con la soldadesca y con elementos serviles, de borrar la discrepancia a su régimen y de eliminar a los que el Dictador consideraba sus enemigos. La construcción de ciudadanía sufrió el golpe más rudo de toda la historia contemporánea. Los llamados “ciudadanos” en época de la dictadura eran en verdad, cortesanos y marionetas de las apetencias del sátrapa.

Aparece el Profesor Bosch y en su programa y planteamientos reivindica la ciudadanía con ribetes de decencia y decoro (ésto, independientemente de mi posición personal); pero de nuevo la soldadesca con el poder imperial y con los mismos serviles de ayer y ahora bautizados por la iglesia católica, echan de bruces hacia el zafacón la primera construcción de ciudadanía del siglo XX en la nación dominicana.

Como ese ensayo creó terror en los que se benefician de la condición de habitantes de aquellos que deben ser ciudadanos, se trabajó (los mismos sectores y actores) para que tomara el poder el Dr. Balaguer, quien había sido formado bajo un régimen que despreciaba a los ciudadanos. El resultado fue aleccionador: muchos habitantes en búsqueda de canonjías, endiosamiento del caudillo y los que osaron ser ciudadanos, a la cárcel, al exilio o al cementerio. El resultado final: un ciudadano vil y clientelista.

Hoy, y en los inicios del siglo XXI, se presenta un cuadro interesante: Los principales partidos de la República Dominicana (PLD, PRD, PRSC y otros) se resisten y desprecian la construcción de un ciudadano real y participativo (como ayer) y es así como los vemos a todos repartiendo canonjías al por mayor y al detalle, se premia la corrupción, se trabaja para que haya muchos habitantes y pocos ciudadanos, los politiqueros de todas las layas se quieren alzar con una cuota de poder y lógicamente con parte del pastel de la nación dominicana, se violan las leyes y normas, se protege y se trafica con la influencia, se usa el nepotismo y el amiguismo como carta de presentación, se depreda el erario público. En fin, se quiere construir y mantener un ciudadano vil y clientelista.

Si alguien osa ser candidato con decencia y respetando las normas, de inmediato se le endilga el San Benito de que “si no tiene cuarto y no reparte canonjías y corrompe, no va pa’parte”.

Autor: Ing. Rafael Matos Féliz
Miembro de la Alianza Estratégica por el Desarrollo Sustentable de la Provincia de Barahona.
(http://elbiran.com/columnistas/opiniones.php?action=fullnews&showcomments=1&id=7)

viernes, 9 de enero de 2009

Somos Así !!

Mil bendiciones y buenaventuranzas en este 2009!!

Pláceme mostrarles algunas imágenes costeras de mi ciudad... Santa Cruz de Barahona: pueblo costero en la República Dominicana, cuarto Polo Turístico (Decreto 226 del 27/4/1987), poseedora de 3 Parques Nacionales: Jaragua, Sierra de Bahoruco y Lago Enriquillo. Ha solo 200 km al sur de la capital, es cabecera de la Región Enriquillo (esta Región posee 340 mil habitantes); incrustada entre mar, montaña, palmeras, ríos, sol, arena y caña de azúcar. Es una ciudad tan melosa como el más embriagante de los licores, de gentes laboriosas y encantadoras con un espontáneo sonreir, como decimos aquí: "somo cuatriboliao y minoso" Sí, así es nuestra PERLA DEL SUR... Barahona!!, Novia del Caribe.

Somos: Sol, Mar, Río, Montaña y Azúcar...así somos!!